Resulta difícil decidir si
existe una realidad objetiva, si las cosas son de una determinada manera y
todos tenemos que verlas de ese modo, o si, por el contrario, hay múltiples
realidades subjetivas y por eso un mismo fenómeno permite interpretaciones
diferentes. Pongamos por caso una manifestación. Estamos cansados de leer
cifras divergentes cuando escuchamos lo que dicen los organizadores o lo que
dicen las autoridades. Divergencias tan enormes que nos vemos tentados de
pensar que unos y otros hablen de cosas distintas. Pero resulta que no, que es
la misma manifestación y donde unos cuentan cien, los otros solo ven veinte.
Ahora que sabemos que eso es siempre así podemos hasta dudar de todos y pensar
que ninguna de las cifras se corresponda con la verdad o que las
manifestaciones realmente cambian según sean unos u otros los que cuenten.
También ocurre con las huelgas. Es el caso de la huelga de estudiantes. Según
se mire de un lado o se mire del otro el alumnado en huelga es cambiante.
Cualquiera diría que vale con pasar lista, pero no es así de fácil, porque la
realidad pudiera ser que los que no estuvieron en sus institutos no fueron porque
estaban enfermos, o porque habían tenido un imprevisto, o porque habían
preferido quedarse estudiando, por mucho que creyeran que estaban en huelga. De
eso se encarga la administración, de contar solo lo que le parece, frente a
quienes convocan, que quieren contar como huelguistas a todos los que están en
huelga. Si son dos realidades yuxtapuestas o si es una sola en la que cada cual
interpreta a conveniencia es una metafísica que sobrepasa mi razón. Hay muchos
modos de contar las cosas.
Y cuando digo contar no me
refiero solo al cómputo, sino que podríamos hablar también de estimación. Y
pongo otro ejemplo, lo que entra dentro del capítulo correspondiente al gasto
ocasionado por los disturbios en una manifestación, lo que es lícito imputar
como consecuencia y lo que formaría parte del coste mismo del acontecimiento.
¿Lo que cuesta arreglar lo que se rompe y lo que cuesta evitar que las cosas se
rompan debe ser contabilizado en el mismo capítulo de gasto? Pues no sabría yo
decir. Unos dicen que sí y otros dicen que el miedo es libre y si hay quien se
gasta una millonada en represión policial eso no puede considerarse una
consecuencia de la manifestación. ¿Aspectos divergentes de una sola realidad?
Menos mal que ahora que
sabemos que el Santo Grial es el Cáliz de Doña Urraca podemos afirmar que el
centro mismo del universo está en el Museo de San Isidoro, porque estarás
conmigo en que sobre eso no hay interpretación. Además, como ahora oímos tanto
que León es cuna del parlamentarismo, esa idea nos empapa como una lluvia fina
y terminará calando en la sociedad, algo que, como puedes imaginar, es fundamental
en el actual estado de cosas. Y sí, la importancia de los Decreta llegará a
5000 alumnos leoneses en forma de Unidad Didáctica sobre las Cortes de 1188. He
tenido la oportunidad de ver la que está pensada para estudiantes de 1º y 2º de
ESO y te digo que, según lo veo, es decir, desde la interpretación que yo hago
de la realidad, se podía haber hecho un material que fuese más interesante,
pero ya digo que la realidad es cambiante y probablemente en verdad ese
folleto, a los ojos de otros, sea un instrumento pedagógico de primer orden.
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